Marco Martos
ABRIL Y LEJANÍA
Carmen Luz, desde abril y lejanía,
sonriendo en tu campo de lavandas,
bendices a las apartadas landas
del Perú, llenas de melancolía.
Bendices a la montaña blanca, fría,
a las flores olorosas y nos mandas
pájaros que gorjean en barandas
cantando el despertar de cada día.
Tú, dama del sosiego, del gañido
del mar en las mañanas de neblina,
con tu palabra escogida más fina,
nos das cristalizado lo querido.
Muchos celebran tu arte depurado,
pues conviertes en poesía lo amado.
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